No todo el entrenamiento se ve en el campo. El “entrenamiento invisible” engloba hábitos diarios —sueño, descanso, autohabla— que ejercitan tu mente y potencian tu rendimiento.
Sueño y recuperación
- Apunta 7–9 h de sueño de calidad.
- Crea una rutina fija de acostarte y levantarte.
- Desconecta pantallas 30 min antes de dormir.
Autohabla y reflexión
- Dedica 5 min cada día a ejercicios de gratitud y objetivos.
- Reemplaza críticas internas por frases de empoderamiento.
Rutinas de enfoque
- Planifica tu semana con bloques de entrenamiento mental (respiración, visualización).
- Usa recordatorios en el móvil para pausas de “micro‑mindfulness”.
Estos hábitos son el “combustible” de tu rendimiento. Para diseñar tu programa invisible personalizado y maximizar tus resultados, solicita tu diagnóstico.