
¿Lo has sentido?
- El plan de semana está claro… pero en el día clave el equipo no responde.
- Crees que podrías enseñar mejor y más rápido pero no sabes como.
- Sabes qué decir, pero no cómo para que lo ejecuten como quieres.
- La presión del marcador acelera tus decisiones más de la cuenta.
- Gestionar emociones en el vestuario te deja sin energía para dirigir.
- Conflictos internos que desgastan y rompen la cohesión del grupo.