
¿Lo has sentido?
- Bloqueos en mitad de un simulacro o el día del examen.
- Fatiga mental que te impide rendir después de horas de estudio.
- Ansiedad que aparece justo cuando intentas concentrarte.
- Repasos que no se fijan en la memoria como deberían.
- Miedo a que todo el esfuerzo se derrumbe por un mal día.